Diputada Marielos Alfaro
Mi Curul (Núm. 75), 21 de Marzo del 2013
Primero. Cuando nos aprestamos a escribir este editorial, una
espesa columna de humo negro, informan los medios ,salía de la chimenea
de la Capilla Sixtina en el Vaticano, indicando al mundo y a las miles
de personas reunidas en la plaza de San Pedro , que los cardenales
reunidos en cónclave no habían elegido todavía a un nuevo Papa. No
había fumata blanca.
Mientras los purpurados tomaban esta importante decisión, al unísono, en nuestro país, una nueva encuesta (Unimer
confeccionada entre el 24 de enero y el 4 de febrero), salía a la luz
pública y reiteradamente el gobierno es descalificado por la población.
Aquí la fumarola es negra y la fumata blanca, ni se asoma ni pareciera
cercana.
La encuesta. La población urbana califica con más dureza a la presidenta que la rural y la opinión general sobre la mandataria no varió: 55% descalifica y 12% aprueba
Los ciudadanos entre los 30 y los 49
años de edad son los más críticos de la labor de la presidenta Laura
Chinchilla. En este grupo, casi 6 de cada 10 opinan que la labor de la
mandataria es mala o muy mala. Por áreas del país, los habitantes de
sectores urbanos emiten más opiniones desfavorables que los de áreas
rurales. En las ciudades, el 57% descalifica la labor presidencial y, en
el campo, el 50%.
En general, la opinión de la ciudadanía
sobre la gestión de Chinchilla no varió significativamente respecto a
octubre. Se mantuvo en un 12% el grupo que aprueba la gestión y subió de
un 53% a 55% el que la desaprueba. Los que la califican de regular son
un 32%. Además, todavía un 93% dice que Chinchilla no controla la
dirección del Gobierno. El grupo más duro con Chinchilla, la generación
nacida entre 1964 y 1983, hoy representa el 35% de la población.
“Sobran ejemplos para decir que la
presidenta no ha sido coherente con el eslogan “firme y honesta”, “a
este Gobierno lo caracteriza la improvisación a partir de la escogencia
del gabinete y hasta los instrumentos de control para evitar la
corrupción, como en la construcción de la trocha fronteriza”, “abundan
los desaciertos”, son las expresiones más comunes sobre el gobierno de Chinchilla.
Lamentablemente, todo esto es
reiterativo a un grado tal que pareciera no importarle a nadie, no hay
señales que digan lo contrario, salvo las cortinas de humo que se
fabrican cada vez que se dan a conocer estas valoraciones, lo cual nos
lleva a seguirnos preguntando, ¿adónde va señora presidenta, qué
país está dejando, cuál es el juego, por qué tanta despreocupación, cuál
es su legado a este país?
Le desilusión por la pésima gestión de
la señora presidente es más que obvia. La corruptela llevada a cabo en
la construcción de la trocha, lo propio de la nefasta administración y
ejecución del empréstito BID_Catastro; no tienen parangón en la historia
reciente. Justificar la construcción de una trocha, para detenernos
solo en este caso, bajo el supuesto del mejor interés nacional y defensa
de la soberanía nacional (para abrir una fuente de inmensa corrupción y
riqueza de algunos) es lo peor que pudo pasar y peor aún, insistir en
su continuación es pecar sobre advertido, entonces, no es de extrañar
los hallazgos de Unimer.
Ultimo. Casi al final de estas líneas, me entero que ya hay Papa, y es latino ¡qué alegría!, fumata blanca, (nuntio vobis gaudium magnum).
Pero en nuestro país, de cara a un
gobierno desgastado y sin respuestas, no hay ni líder ni gestión ni nada
que celebrar, y la fumata continúa siendo negra. Y más negra cuando el
ministro de Comunicación comenta que “no tiene respuesta de por qué no
mejora la imagen de la presidenta de la República”. Recemos como recién
ha mencionado el nuevo vicario de Cristo, recemos mucho por nuestro
país.
Mientras tanto en Costa Rica, como dice el pueblo “ni papa”, nada de nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario