Texto expuesto el 11 de setiembre del 2012 ante el
Plenario por la Diputada Damaris Quintana Porras .
"Siempre
que el poder político siente amenazado el control de sus hilos, se desatan
campañas fuertes contra todos aquellos ciudadanos que proponen cambios al
sistema imperante.
El
procedimiento actual de elección de los 9 miembros de la Junta Directiva de la
Caja, es un sistema elitista, gremialista y plutocrático.
Dicha
Junta Directiva se compone de 3 miembros nombrados por el sector empresarial,
otro del sector sindical, otro del sector cooperativo, otro del sector
solidarista, y 3 miembros nombrados políticamente por el Poder Ejecutivo,
uno de los cuales es el Presidente Ejecutivo.
No
existe hoy día, ninguna representación de los asegurados que cotizamos y
aportamos mensualmente, ni de los ciudadanos que desean aportar ideas, o
ejecutar acciones correctivas en la marcha de la Institución.
Observo
con preocupación, que se está desarrollando un movimiento de coerción muy
fuerte, para evitar a toda costa la realización de un referéndum, que pretende
cambiar el mecanismo de elección de tan solo 3 miembros de la Junta Directiva
de la Caja.
No
conozco al Dr. Walter Muñoz, ni conozco quienes conforman la directiva de la
Asociación Nacional de Asegurados, pero tratar de impedir un derecho a recoger
las firmas, para convocar a una consulta popular con carácter vinculante,
no me parece una posición democrática ni objetiva.
Si
la mencionada Asociación de Asegurados establece de manera pública y notoria,
que cualquier costarricense asegurado, puede ingresar libremente como miembro
asociado, no debemos temer que sea la participación popular, y no las cúpulas
del poder político, la que designe a esos 3 miembros de la Junta Directiva.
La
idea de eliminar la figura de la Presidencia Ejecutiva, y sustraerla del
nombramiento del Poder Ejecutivo, para sustituirla por una Gerencia General,
con atestados técnico-administrativos mediante concurso, es una novedosa
iniciativa, que ayudaría mucho a excluir la política partidista en nuestra
máxima Institución de Salud.
Tengo
aún fresca en mi memoria, los embates contra la aprobación del referéndum para
firmar el acuerdo comercial con los Estados Unidos. Se decía que se iba a
privatizar nuestra flora y nuestra fauna, que los norteamericanos comían
chiquitos, que nos íbamos a quedar sin nuestras fuentes de agua y sin nuestros
manantiales, y hubo incluso quienes presagiaron la destrucción de todo nuestro
aparato productivo, de nuestras industrias y la quiebra de nuestra fuerza
empresarial exportadora.
Cuál
es el temor a un segundo referéndum, cuál es el miedo a una consulta popular
para cambiar algo que no funciona, qué intereses se están moviendo en un sector
de nuestra prensa y de nuestra clase política para pretender sepultar una
consulta ciudadana, buena o mala, ESO LO DIRÁ EL
RESULTADO DE LA CONSULTA; pero nunca asustar a los ciudadanos ante la toma
de un derecho a participar, y decidir sobre el futuro de una Institución
que se cae a pedazos.
Es
que acaso, solo los que transitoriamente estamos el frente del esquema de poder
tenemos la patente de la verdad? Es acaso que solo la clase política
tiene la varita mágica de la razón y el conocimiento?
Menospreciar
la capacidad de discernimiento de los costarricenses para decidir no es buena
consejera.
Una
de las mayores conquistas democráticas ha sido la creación del referéndum para
dirimir aspectos relevantes del país. Si después de convocada la consulta se
establece un debata noble y con ideas, bienvenido ese debate, y entonces
tendremos la oportunidad de tomar la decisión que más convenga para la Caja,
pero pretender evitar que la consulta se realice, no es una posición congruente
con el ser de la nacionalidad costarricense".
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