miércoles, 1 de mayo de 2013

Actúan mal y ni les importa



Mi Curul (Núm.79), 18  de Abril   del 2013
Una vez y otra también, al decir del pueblo, meten la pata y hasta adentro. Ahora como mejor ejemplo, y en el escenario de las discusiones por la adjudicación de la ampliación de la ruta San José – San Ramón, la señora presidente, no entendemos su defensa a ultranza, esgrime criterios que pretenden desautorizar  a la propia Contraloría General de la República al conocer sus informes y los califica como desactualizados a manera de minimizarlos.
En otras palabras no son de recibo, no me importan, no me alcanzan, no me competen, no tienen validez, la verdad soy yo. Solipsismo puro enarbolado sin rubor.  Súmele en este mar de desaciertos, el cerco de seguridad que le fabricaron el pasado 11 de abril en Alajuela, el cual no tiene parangón en la historia nacional y es muy propio de las consuetudinarias acciones esgrimidas por el Ministro de Seguridad contra quienes levantan su voz ante las torpezas gubernamentales.
Empero, mal haríamos solo con reseñar semejante malhadado comentario. Es menester preguntarnos a la luz del mismo y a tenor de todo lo que está pasando, ¿a qué se debe tan reiteradas y desacertadas actuaciones? ¿Por qué nada le importa? ¿Quiénes le asesoran en esta aventura suicida, que ya le da un sitial nada halagador en la historia patria? ¿A quién responde? ¿Cuál es el affaire del gobierno? ¿Por qué la insistencia de proteger  lo que no camina y desde luego a sus responsables? ¿Por qué no dar cuentas claras al pueblo? ¿Por qué no actuar ante tanta corrupción denunciada? ¿Por qué ese lamentable e irreverente  “a mí que me importa”?
Nuestras 78 entregas editoriales anteriores, han sido prolijas en las denuncias al respecto, sobran los casos y ejemplos, y venimos enfatizando ante ustedes los lectores, que todo sigue igual, que nada afecta independiente del caso y de quién; más grave aún, lo denuncie o censure, llámese  Contraloría General de la República, Procuraduría de la Ética, Asamblea Legislativa, quien sea, el resultado es el mismo, si te vi no me acuerdo.
Todo lo anterior me lleva a concluir que doña Laura no tiene interés en escuchar, ver y atender las necesidades de todos los costarricenses, sino solo de un grupo de amigos suyos.  Diagnóstico que se agrava si se considera la nota de prensa publicada en el periódico La Nación del pasado 16 abril, donde señala un severo padecimiento de “mutismo ante críticas en editoriales, redes sociales y declaraciones de ciudadanos molestos, en un intento estoico pero insuficiente de aplacar el incendio, pues el fuego no se apaga con callar”. Concluye esta misma nota de prensa que “es como si se apostara a apagar la luz con la esperanza de que, al encenderla, el dinosaurio ya no esté allí”. ¡Qué triste! Se sigue sumando en contra y no es de extrañar que   nuevamente la señora presidente resulte última de la tabla de posiciones en la evaluación de presidentes de América Latina, según la Consulta Mitofsky. La evaluación, de acuerdo con el análisis, es “muy baja”, y se hace a partir de la aprobación que otorga la opinión pública a sus gobernantes por su gestión.
En Centroamérica (que incluye en esta categoría a las islas del Caribe), logran una mejor calificación los mandatarios de República Dominicana, Danilo Medina; El Salvador, Mauricio Funes y Guatemala, Otto Pérez Molina. Los tres mejoraron sus posiciones. La peor calificación la obtiene Chinchilla, con un 12% de aprobación, un 1% menos que en Setiembre de 2012, cuando Mitofsky también había publicado el informe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario