domingo, 20 de octubre de 2013

El objetivo estratégico de los 500 mil empleos





Master Ricardo Trujillo Molina

El electorado costarricense vive actualmente una inmensa y frustrante decepción por haber escogido la peor opción en las últimas elecciones, pues voto mayoritariamente por un modelo estatista caduco y contraproducente para con sus intereses económicos. Confió en el rol novedoso de una mujer como presidente, pero sin percatarse que también estaba votando por extenderle unos cuantos años más de vida al ya demostrado como insostenible modelo de crecimiento económico basado en la expansión del gasto estatal financiado con una creciente deuda pública. Como resultado de ello, el país ahora enfrenta un altísimo costo de vida y tasa de desempleo, una severa disminución en las tasas de inversión, y un nuevo proyecto de paquete impositivo fiscal, que elevara todavía más el ya asfixiante costo de vida, pues pretende gravar la educación y salud privadas, así como la canasta alimenticia básica. La exculpación del elector ante el error cometido es simple y hasta chocante, la culpa recae en el gobernante y en toda la clase política.
Elecciones para rectificar rumbo
Las elecciones del próximo 2 de febrero podrían permitirnos rectificar el rumbo social y económico que perdimos ingenuamente hace casi cuatro años. Más que votar por figuras presidenciales, tenemos que aprender a votar por modelos, programas y proyectos de gobierno que sean autosustentables con el tiempo, y que se basen en el siguiente orden de prioridades, atracción de inversiones, trabajo de alto valor agregado, creación de riqueza, y redistribución de la misma a través de la función social de un estado eficiente y menos oneroso. El compromiso electoral libertario para la generación de 500 mil empleos durante la próxima administración cumple con ese objetivo estratégico.
Crecimiento económico con producción privada
Todos ahora entendemos que la función del estado no es producir la riqueza, sino que por mandato constitucional, garantizar un justo reparto de ella a través del sistema de impuestos y gasto en seguridad social. Si pretendiésemos resolver la desigualdad económica imperante, destinando apenas un 5% de todo el presupuesto anual estatal consolidado, aproximadamente 600 mil millones de colones, hacia el millón de habitantes en pobreza, le tocarían 50 mil colones mensuales de ingreso a cada habitante pobre, un promedio de 200 mil por familia de 4 personas. Un ingreso bajo pero suficiente para excluirlos del sector de pobreza extrema. Sin embargo, el estado mismo y sus funcionarios protestarían de inmediato contra semejante atrevimiento de esa decisión política, y ante la huelga general que ello implicaría, no tendríamos más opción que mantener la pobreza tal y como ya la tenemos. Es por ello que no existe otra opción factible y sustentable más que el crecimiento económico basado en la producción privada. Y para generar empleo de calidad, es imprescindible incentivar un clima de seguridad para las inversiones aquí en Costa Rica, las cuales van desde los $20 mil hasta $70 mil dólares para cada nuevo empleo, dependiendo de la tecnología de que se trate. A manera de comparación, en los USA esa inversión previa promedio hoy día es del orden de los $400 mil para generar un solo nuevo empleo, según estudios de Deloitte.
Meta estratégica de los 500 mil empleos
Es el equivalente a 125 mil nuevos empleos por año, un 50% más que el crecimiento anual promedio durante los últimos 8 anos. Una meta apenas ajustada para emplear a 225 mil desempleados actuales según el INEC, más 160 mil nuevos bachilleres a graduarse antes del 2018, más un estimado de otros 110 potenciales interesados en ingresar al mercado laboral, considerados por la UNA como marginados y desmotivados permanentemente.
Crecimiento del PIB por inversión y salarios
Las estimaciones de crecimiento del PIB provenientes de las inversiones en capacidad productiva y en el gasto que permitirían esos nuevos salarios, sería del orden de un 7%, casi el doble del actual 3,5% con el cual cerraremos el presente año. De manera que el cumplimiento de la meta estratégica de 125 mil nuevos empleos anuales durante cuatro años consecutivos, garantizaría el crecimiento de nuestra economía con un estimado del 10% anual. Y con ese crecimiento, habrá suficiente crecimiento del ingreso estatal como para pensar en un presupuesto equilibrado, y evitar recurrir a más endeudamiento público o a un incremento o creación de nuevos impuestos.
¿Cómo se lograra alcanzar la meta ?
El primer paso es la decisión electoral mayoritaria para cambiar hacia el modelo de crecimiento económico antes expuesto. El segundo es ejercer con toda celeridad la voluntad política soberana depositada en el nuevo gobierno para garantizar el clima benigno de inversiones, sin barreras, ni sorpresas durante todo el cuatrienio. Tercero, aplicación de una gama de medidas que reducirán las trabas, permisos, y obstáculos para la contratación inmediata de personal, de ser posible, a través de una ventanilla digital única. Cuarto y esencial, la apertura de todos los mercados cautivos, con el fin de incentivar la competencia y reducir los precios de productos y servicios, haciendo más competitiva la producción nacional. Quinto y último, la explotación de nuestros propios recursos energéticos, sin dilaciones ni contratiempos, reduciendo con ello la onerosa factura petrolera que se lleva al exterior, toda nuestra riqueza y ganancia productiva. ( rtrujillo@ieee.org )

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