Diputada Damaris Quintana Porras
Acerca del tema de fertilización in vitro y transferencia embrionaria, sabemos que existe una sentencia que debe ser acatada para evitar consecuencias negativas para nuestro país.
La Asamblea Legislativa se ha dado a la tarea de abordar el tema desde antes de esta sentencia, cuando se discutió el proyecto 17.900 en el año 2011, en una comisión especial de la cual formé parte.
Luego de la sentencia, el tema de fertilización in vitro ha sido reiteradamente discutido en la Comisión de Asuntos Sociales, de la que formo parte.
Se ha llamado en audiencias a expertos tanto en fertilización, como en derecho, y a las autoridades competentes del Poder Ejecutivo, para referirse al tema. Se han hecho consultas de las cuales tenemos respuestas por escrito, que son insumos importantes para mejorar los textos que analizamos en la comisión.
Les aclaro, compañeros y compañeras, y costarricenses, que los textos discutidos son el proyecto 18.738, presentado por el Poder Ejecutivo, y el 18.824, presentado por el diputado Fishman Zonzinski, que fue dictaminado y cuenta con una moción vía 137 para mejorar su contenido.
En esta comisión, logramos realizar cambios importantes a esos textos, particularmente al 18.738 del Poder Ejecutivo, que aun no ha sido dictaminado, se le aprobó un texto sustitutivo que lo modificó de tal forma que la técnica de la fertilización in vitro y transferencia o embrionaria fuese, por un lado, permitida en el país y, por otro lado, tuviese un marco legal que autorice su aplicación de manera efectiva, y no que simplemente dejar enunciados ilegales elegantes, pero poco prácticos.
Se consideró como prioridad la salud de la mujer que se realiza la técnica. En el caso de la Caja Costarricense de Seguro Social dejamos contemplado el tema de la gradualidad para la implementación de la técnica tal como lo establece la Corte en su sentencia.
Con esto les quiero informar a los costarricenses que el tema de fertilización in vitro y transferencia embrionaria ha sido discutido, analizado y estudiado no solo en sesiones ordinarias, sino también fuera del horario de comisión, y los distintos despachos y sus asesores se han dado a la tarea de investigar el tema a profundidad.
Sin embargo, en distintos escenarios legislativos la constante ha sido la misma: existe un grupo a favor de permitir la aplicación de la técnica en el país y un grupo completamente en contra sin importar que exista una sentencia que obligue a nuestro país a permitirla. Este último grupo está constituido por señoras y señores diputados que en menor o mayor proporción han obstaculizado la aprobación del tema.
En este procedimiento se involucran temas muy sensibles que rozan convicciones muy profundas para algunos miembros del Parlamento, lo cual comprendo, pero como diputada libertaria no lo comparto.
Por ello, considero que es muy difícil llegar a consensos sobre este tema. Creo en los buenos resultados que dan los intercambios de ideas y las negociaciones, pero ya hemos invertido mucho tiempo en este asunto y el resultado no ha sido satisfactorio o lo sensible del mismo.
Se nos suma un elemento adicional que es que a partir del 1º de diciembre doña Laura es la que tiene la última palabra; ella decide si el proyecto será convocado en las próximas sesiones, y Dios quiera que sí se pueda.
Entiendo la diversidad de posiciones que existen sobre el tema, pero les recuerdo, compañeras y compañeros, que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es de acato obligatorio. Quien no desee realizársela por asuntos de conciencia, que no lo haga, pero no caigamos en posiciones propias de países totalitarios que le indican a su población adulta qué decisiones tomar.
Somos una democracia en la que habitamos personas libres, dueñas de cuerpos y vidas, que tenemos derecho a escoger lo que deseamos siempre que se dé en un marco legal.
Les invito a aprobar esta legislación sin mayores dilaciones en nombre de la libertad de escogencia del ser humano y en nombre del justo derecho de las parejas infértiles que anhelan experimentar el prodigioso proceso del embarazo y la maternidad para el engendro y procreación de sus propios hijos.
Dios quiera se pueda aprobar tan importante proyecto.
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