jueves, 3 de abril de 2014

Resumen de la rendición de cuentas ante el pueblo costarricense.

Sesión de Plenario Legislativo, Miércoles 02 de abril del 2014
Diputada Marielos Alfaro Murillo:

Hoy, en este Plenario, quiero aprovechar la oportunidad para agradecerle a los costarricenses la confianza que depositaron en mí para representarlos como Diputada de la República.  Voy a ser breve por el tiempo del que dispongo, pero en mi página web podrán encontrar los informes que, año a año, he rendido a la ciudadanía con todo detalle.

Durante estos cuatro años, he trabajado cumpliendo con el mandato constitucional, consignado en el artículo 121, dado a los diputados de la República, entre los que destacan:

Dictar las leyes, reformarlas, derogarlas y darles la interpretación auténtica.
Nombrar magistrados, Contralor, Defensor de los Habitantes.
Aprobar o no convenios y empréstitos internacionales.
Dictar los presupuestos de la República
Hacer control político – Formular interpelaciones.
Como miembro de la Comisión para el Control del Ingreso y Gasto Público, participé en importantes investigaciones relacionadas con el mal manejo de fondos públicos y las acciones cuestionables de funcionarios públicos que afectan a todos los costarricenses.

Desde casos de gran daño a la Hacienda Pública como el programa BID-Catastro, donde se gastaron $92 millones, la mayor parte en consultorías cuyos resultados fueron cuestionados desde el inicio por la institucionalidad pública del país que fue excluida, sobre todo fueron excluidos de las decisiones los municipios en la famosa formulación de Planes Reguladores, cuyos estudios ambientales fueron rechazados todos por la SETENA.

Un verdadero asalto a mano armada para los intereses de la patria liderado por su coordinador, a quien el Poder Ejecutivo respaldó aún con pruebas de su incompetencia.

Trabajé en el análisis de la situación financiera del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS, mostrando desde el informe que hizo la comisión en el 2011 que existían graves problemas en el manejo del mismo.  Hoy en el 2014 cuando se reconoce públicamente ese hecho, debemos recordar que desde hace 3 años ya habíamos indicado desde esta Asamblea Legislativa que el problema existía.

También fui crítica con la atención o desatención dada por el gobierno a los damnificados del terremoto de Cinchona.  Primero, construyendo un proyecto de vivienda donde las malas decisiones de la CNE encarecieron innecesariamente el precio de las casas y luego, construyendo un proyecto hasta 5 años después del terremoto en Varablanca. Ambos casos excelentes muestras de la ineficiencia de nuestras instituciones públicas y, en este caso, para atender EMERGENCIAS.

Ni se diga la compra que hizo el INVU de una finca en Alajuelita  con términos de referencia claros que indicaban que el terreno no debía tener zonas quebradas y el terreno comprado tiene un verdadero barranco.

Trabajé en casos con tanta trascendencia en el tiempo como las consultorías brindadas por el ex – presidente José María Figueres y otros a la firma ALCATEL, sin contratos de los consultores ni resultado alguno que pueda ser demostrado en la práctica.   Lo único que sí ocurrió fue la obtención misma del contrato para ALCATEL con el ICE para telefonía celular.

Y, como último ejemplo está el caso del sonado viaje que realizara la Presidente Chinchilla en un avión presuntamente propiedad de una persona ligada al narcotráfico, sin controles internos y clara negligencia en el proceso de la organización del viaje.

Todos ellos, al igual que los cuatro dictámenes de liquidación presupuestaria que me correspondieron firmar, revelan la realidad de nuestra Administración Pública:

-      falta de adecuación entre gastos y necesidades institucionales,

-      ausencia de controles internos,

-      carencia de mecanismos de seguimiento y evaluación e inactivación del régimen sancionatorio cuando se detectan los problemas.

-      Nadie sabe en qué se usa el dinero público, nadie tiene idea cuáles son los objetivos a alcanzar, nadie tiene idea cómo evaluar las acciones para continuar o modificar el rumbo y nadie tiene idea de qué pasa cuando las cosas no salen bien.

Lo imperdonable para los funcionarios públicos involucrados en estos casos es que le cuestan muchísimo dinero a los costarricenses.

Pero además del control político, de la necesaria denuncia, me propuse presentar proyectos de ley serios, dirigidos a enfrentar buena parte de los problemas que nos aquejan como sociedad.

En la agenda fiscal de nuestro partido, planteé importantes reformas constitucionales y legales para limitar el endeudamiento público y su uso para financiar gasto corriente, para establecer reglas claras de presupuestación y evaluación en las instituciones públicas, para instaurar disposiciones sancionatorias contra los funcionarios cuyas acciones u omisiones afectaran la Hacienda Pública, para simplificar el sistema tributario.

En materia social, hice lo propio para consolidar a la nuestra como una sociedad de propietarios en la cual, los individuos pudiesen disponer de un bien para vivir o solicitar créditos necesarios para su desarrollo integral.

En lo económico, mis iniciativas fueron dirigidas a apoyar al emprendedor, al porteador y al salonero, a defender sus derechos y derribar los obstáculos que le impiden progresar, a abrir rendijas por las que la libertad ingresara y posibilitara la consecución de una sociedad más próspera.

En lo jurídico institucional, también a través de reformas legales y constitucionales, busqué lograr una mayor transparencia en el sistema judicial, acompañar una lucha histórica del Movimiento Libertario con la simplificación de trámites y la mejora regulatoria, contribuyendo a la consolidación legal del sistema nacional de Contralorías para garantizar una mejor calidad de los servicios públicos.

En el campo cultural, mi trabajo se enfocó en reconocer tanto a los héroes de la libertad y democracia que dieron su vida por preservar la maravillosa patria que hoy conocemos como a las instituciones cuyo aporte ha sido vital para nuestro desarrollo como personas y como sociedad. Me siento orgullosa de que esta Asamblea le diera la condición de Héroe de la Patria al barveño Coronel Nicolás Aguilar Murillo.

En fin, los proyectos que presenté siempre tuvieron como norte la libertad, la prosperidad, el respeto a los derechos individuales y la construcción de un mejor país para esta y las futuras generaciones.

Me voy con la satisfacción del deber cumplido.

No puedo dejar pasar la oportunidad para expresar mi pesar por muchas cosas que pudieron hacerse y, al final, no se lograron. Durante dos años, la Agenda Parlamentaria correspondió a un Poder Ejecutivo sin ideas, sin norte, sin estrategia, errático, indeciso e incapaz de leer las necesidades ciudadanas.

Durante dos años, especialmente en las Comisiones con Potestad Legislativa Plena, se dejó pasar el tiempo y la oportunidad para avanzar con la discusión y votación de temas sobre los que la ciudadanía exigía una respuesta.

En Comisiones, muchas veces se logró construir acuerdos y tomar decisiones, pero al llegar al Plenario, por diferentes razones, el avance se tornó en letargo y muchas de las respuestas que debíamos dar a la ciudadanía, quedaron congeladas.

En otras comisiones, por el contrario, no fue posible salir del marasmo. Tal es el caso de la Comisión Especial de Electricidad, donde pudimos y debimos haber modernizado el marco jurídico sobre la generación y distribución de energía eléctrica, pero la falta de liderazgo del Partido Liberación Nacional y la ausencia de visión del Partido Acción Ciudadana impidieron ofrecerle a los ciudadanos de este país, a nosotros los consumidores de este bien tan importante para la vida cotidiana en nuestra sociedad, una legislación que nos asegure un abastecimiento suficiente y continuo, al mejor precio y la mejor calidad.

La falta de visión de estos dos partidos lo que genera hoy día es un perjuicio para  4.5 millones de habitantes, que hoy en esta época seca reconocemos un elevadísimo consumo de combustibles fósiles para producir energía térmica con la gigantesca contaminación de emisiones de gases de efecto invernadero que esto conlleva, el aumento de la factura petrolera, la compra de electricidad fuera del país y el incremento del tránsito de camiones que transportan ese combustible.  Perdemos todos, pero algunos están felices de que el país pierda a costa de mantener posiciones sin visión de futuro.

En síntesis, después de cuatro años, estoy segura de que lo logrado es útil para que los costarricenses tengan una mejor calidad de vida y tengo fe que lo pendiente, pueda resolverse pronto.

Me voy satisfecha a sabiendas que di lo mejor de mí y que el pueblo tuvo siempre una representante dispuesta a ayudar y servir. Mi labor, como Diputada, terminará el próximo 30 de abril, pero desde otras trincheras, seguiré aportando con mi trabajo y mi experiencia para conseguir una mejor Costa Rica.


En particular, quiero dejar en el acta de la sesión de hoy mi más profundo agradecimiento a la gente de mi provincia: Heredia.  Quiero decirles que:

En febrero del 2010 recibí el mandato del pueblo herediano para representarlo en la Asamblea Legislativa.  En ese mismo momento asumí la responsabilidad que esto significaba y agradecí el honor que me estaban brindando.

Hoy, cuatro años después, cuando mi trabajo en el primer poder de la República ha llegado a su fin, me siento satisfecha de la labor realizada.  Les confieso que hubiera querido hacer más por las personas que más necesitan en nuestro país, más por las organizaciones que trabajan para beneficiar a las comunidades, más por las escuelas y centros de salud de nuestra provincia y del país, más control político para asegurar que nadie use mal el dinero de todos los costarricenses y para que no nos pongan más impuestos cuando el gobierno ni siquiera recauda bien los que ya existen.

La labor de diputada en una fracción de “oposición” no es fácil.  Siempre que se pide apoyo al gobierno para alguna comunidad, lo quieren comprometer a uno a votar proyectos que no siempre van acordes con nuestros principios y visión del desarrollo del país.  Yo me mantuve firme: solo voté proyectos que a mi parecer son buenos y que contribuyen al desarrollo de una Costa Rica mejor.  Hice control político de todo aquello que me pareció que debía denunciarse de manera vehemente.  Nunca hice nada deshonesto, nada de qué avergonzarme.  Siempre tuve en mente que el honor que me brindaron los heredianos al elegirme debía ser devuelto con honradez y honorabilidad.

Quiero decirles que con la experiencia acumulada de estos 4 años, me siento con muchas ganas de seguir trabajando por  mi provincia y por mi país, por la gente que se organiza para desarrollar proyectos de vivienda, para establecer proyectos productivos que beneficien a emprendedores, para luchar por mejorar las condiciones de salud de sus comunidades… o sea, para la gente que cada día le pone esfuerzo y ganas para alcanzar sus metas.

Les aseguro que podrán seguir contando conmigo desde el puesto de trabajo que tenga a partir de mayo del 2014.  Descubrí al finalizar estos 4 años que no se puede vivir una experiencia como esta e irse para la casa y seguir como antes de mayo del 2010.  El compromiso que uno adquiere al ser electo diputado va más allá de los años de servicio en la Asamblea Legislativa, porque la experiencia debe servir para seguir sirviendo a la patria.

Muchas gracias y espero que me sigan recibiendo en sus casas, en sus municipios, en sus comunidades y en sus organizaciones con el mismo afecto que lo han hecho hasta hoy.

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