Sr. Presidente, compañeras y
compañeros diputados, amigos de la prensa y ciudadanos que nos honran con su
interés:
A raíz de la desinformación que se ha
generado con las reformas constitucionales en el tema del agua, debo reiterar
que el Partido Movimiento Libertario comparte la necesidad de establecer el
acceso al recurso hídrico como un derecho de todo individuo residente en
nuestro país.
Nuestro
partido pretende que la naturaleza jurídica del agua continúe en la
Constitución Política, en los mismos términos en los que se encuentra hasta el
día de hoy.
Los
constituyentes de 1949 establecieron, de dominio público, solo las fuerzas
provenientes de las aguas; esto quiere decir que, el legislador dejó a cargo
del Estado, únicamente las fuerzas del agua que le permitieran generar energía.
Bajo esta
figura jurídica hemos vivido de manera pacífica, produciendo riqueza y
desarrollo, alcanzando, a través de Acueductos y Alcantarillados, de nuestros
municipios y de nuestros acueductos rurales, un acceso al agua potable cercano
al 96% de nuestros habitantes, siendo este indicador el más alto de América
Latina.
Las experiencias que han sido
exitosas no deben ser cambiadas. Si en las actuales circunstancias el país ha
logrado insertarse de, manera positiva, en la ruta del desarrollo, no veo por
qué debamos estatizar el agua, y poner bajo la jurisdicción de un Estado
ineficiente, abusivo y regulatorio, la administración de tan preciado recurso.
Estamos de acuerdo que la supervisión
y concesión de las fuerzas derivadas de las aguas permanezcan en manos del
Estado, pero entregarle al mismo el dominio absoluto, es inconveniente para la
producción y el libre emprendimiento de los ciudadanos.
Ya existe sobrada legislación e
instituciones que regulan y controlan dicho recurso, y poner al Estado a
entrabar aún más los emprendimientos, otorgándole más competencias o
potestades, conlleva a la creación de más burocracia , más solicitudes de permisos
y concesiones innecesarias que vienen a entorpecer aún más, la tramitomanía
nacional.
El Estado nunca ha sido un buen
administrador, y eso lo sabemos todas y todos. La agresión que día a día sufre
el ciudadano con filas en todas las oficinas gubernamentales, desde la
obtención de una licencia de conducir, de un pasaporte, de un permiso municipal
o solicitudes gestionadas ante los ministerios y entes descentralizados, son
vivos ejemplos de un aparato centralizado gigantesco y poco eficiente.
Como les
mencioné, el espíritu de los constituyentes fue acertado cuando introdujo la
naturaleza jurídica del agua en la Constitución Política, y estimó que el
Estado debía tener control de la fuente de energía que representa las fuerzas de las aguas, pero que sería un
recargo absurdo e innecesario obligarlo a custodiar todas las aguas del país.
De ser así,
las instituciones del Estado como Acueductos y Alcantarillados, el Ministerio
de Ambiente y Energía, y cuanto ente y órgano estatal exista, relacionado con
la protección al ambiente, tendrían un recargo en sus competencias para
custodiar todas las aguas, incluidas aquellas que no necesitan ser cuidadas.
Estamos convencidos que ese cambio
que algunos pretenden, no garantiza el acceso al agua potable, pero sí aumenta
la burocracia. Nosotros, como fracción política, deseamos que se mantenga
igual, y no pretendemos, bajo ninguna circunstancia, que el agua se privatice
como errónea y tendenciosamente se ha indicado por algunos pocos en diversos
medios. Estamos a favor de que el acceso al agua potable sea considerado un
derecho humano.
Fuimos el primer grupo político en
presentar la reforma para que esto fuese así. Este proyecto tiene las firmas de
otras fracciones legislativas y se estudia bajo el expediente 17.793.
Creo que esta aclaración ha sido
necesaria para fijar con claridad, nuestra verdadera posición en el tema del
agua y su manoseo constitucional.
Muchas gracias por sus minutos de
atención.
Diputada Natalia Diaz Quintana PML
No hay comentarios:
Publicar un comentario